EL SANTO CRISTO DE LA QUEBRADA
El Señor de la Quebrada es una imagen muy pequeña, tal vez una de las más pequeñas de las muy veneradas en nuestra Patria.
La historia del descubrimiento del Cristo no es totalmente clara, faltan datos anque algunos son seguros. Muchos hablan de un hachero ciego que la descubrió en el corazón de un algarrobo, escondido allí tal vez para salvarlo de los indios; otros dicen que no era ciego, ni era hachero, pero que sí lo encontró milagrosamente.
La historia del descubrimiento del Cristo no es totalmente clara, faltan datos anque algunos son seguros. Muchos hablan de un hachero ciego que la descubrió en el corazón de un algarrobo, escondido allí tal vez para salvarlo de los indios; otros dicen que no era ciego, ni era hachero, pero que sí lo encontró milagrosamente.
El presunto hachero, que se llamaba Juan Tomás Alcaráz, la encontró en la primera mitad del siglo pasado. Pero lo más importante no es la historia, aunque sea hermosa, sino el mismo Cristo.
Es un Cristo en Cruz, no agonizante sino muerto. Está clavado en una cruz de madera cuyo stipes (madero vertical) mide unos 27 cm.; mientras que el patibulum (madero horizontal) mide menos de 20 cm. La cruz es de color verdoso y las tres puntas superiores terminan en forma redondeada y pintados de dorado. Es también de madera su base irregular y la leyenda con el INRI (enorme para la cruz, puesto que mide casi 8 cm.). Tiene también 3 aspas doradas que salen de los ángulos de la cruz; la cuarta se debe haber perdido. Estas simbolizan el resplandor de la cruz